Desde hace siglos, las vacaciones han sido un regalo y una condena, porque siempre implican lo mismo: “La Vuelta al Cole”.
La más terrible de las torturas, donde tenemos que pasar de nuevo por el indescriptible horror de:
-Pasar de despertarte a las 2 a despertarte a las 7.
-Acompañar a tu madre a La Vuelta al Cole del Corte Ingles (ahora con un 50% de descuento en los cuadernos)
-Tener que aguantar a los profesores.
-Y no sigo porque me deprimo.
No hay palabras para describir este horror, que desde hace siglos a seguido en las pesadillas a los niños durante el verano, como quien espera la cuenta atrás de una explosión.
¿El garrote bill?, ¿la gota?, ¿el potro?, todo tonterías al lado de la vuelta al cole.
El horror de tener que hacer los deberes, estudiar, hacer trabajos, correr en gimnasia…
Ya sabes, si no quieres sufrir, vete acostumbrándote, quien avisa no es traidor.
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